Cuando hablamos de un vehículo 100% eléctrico, el tiempo de recarga es una de las primeras cosas en las que pensamos, justo después de la autonomía.

 Estas dos características determinan la capacidad de un coche para recorrer largas distancias rápidamente, es decir, con un número y una duración mínimos de paradas de recarga. 

Durante estas paradas, la estrategia más coherente consiste en conectar el vehículo a una estación de carga rápida, como las de Ionity, ENGIE o TotalEnergies, que ofrecen una gran potencia de carga eléctrica (al menos igual a 100 kW) suministrada en corriente continua. Este tipo de terminal se encuentra en muchas estaciones de servicio de la red de autopistas y en algunos puntos de venta.

Para tener una idea más clara, echemos un vistazo a las cifras del nuevo E-308, propulsado por 156 CV. Está equipado con una batería con una capacidad útil de 51 kWh (que le permite recorrer 413 km según el ciclo WLTP), que puede recargarse con hasta 100 kW CC. Si enchufas el coche compacto a una estación de carga rápida, pronto te darás cuenta de que este valor máximo no se mantiene durante toda su carga. ¿A qué se debe?

 que tu misión es llenar un vaso de agua lo más rápido posible sin que rebose. Irías lo suficientemente rápido como para llenar tres cuartas partes del vaso, antes de disminuir gradualmente el caudal para no sobrepasar el nivel máximo. Lo mismo ocurre con una batería de iones de litio. Esto significa que la curva de recarga, que representa su capacidad para almacenar energía eléctrica (kW), no es una línea recta que pueda mantenerse de extremo a extremo. 

Tranquilos, un software inteligente de gestión de baterías gestiona esta famosa curva de recarga (o velocidad de carga) en función de multitud de parámetros. En la inmensa mayoría de los casos, cuando un coche llega a una estación de carga rápida con una batería en torno al 20%, la curva alcanzará su punto máximo al principio, se mantendrá estable durante un tiempo y luego disminuirá gradualmente.

 Por encima del 80%, la curva cae bruscamente, por lo que la velocidad de carga disminuye. Por eso es mejor volver a la carretera en cuanto se alcanza este umbral, para optimizar el tiempo de viaje.

Por lo tanto, es la capacidad de la batería para mantener tu curva de recarga al nivel más alto posible lo que determina el tiempo de permanencia en una estación de carga de CC. Por ejemplo, la batería de 51 kWh del nuevo E-308 puede pasar del 20% al 80% en 27 minutos, recuperando muchos kilómetros de autonomía. Como todos queremos aprovechar al máximo nuestros trayectos de larga distancia, la aplicación de planificación inteligente de viajes E-routes de PEUGEOT tiene en cuenta este parámetro para sugerir rutas optimizadas utilizando la autonomía óptima de carga rápida. Más información próximamente.

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